Arquitectos: FGMF Arquitetos – Fernando Forte, Lourenço Gimenes and Rodrigo Marcondes Ferraz Ubicación: Sao Paulo, Brasil Renders y dibujos: Fernando Forte
Como parte de la celebración de su 40 aniversario, el INDA (Instituto Nacional de Distribuidores de Acero) invitó a FGMF a desarrollar el equipamiento cultural en la zona este de Sao Paulo.
El ICEMA (Instituto Cultural y Educacional – Museo del Acero) incluye un teatro para 500 personas, espacio para exposiciones temporales, salas de capacitación profesional y el museo del acero. La iniciativa es parte de los esfuerzos de posicionar la cadena de acero, enfatizando los aspectos medio ambientales y reforzando el desempeño social con programas junto con las comunidades del entorno.
El edificios debería mostrar el acero en sus múltiples aplicaciones y formas, buscando llegar a ser una referencia práctica de la versatilidad del material. Sin embargo, dada la relevancia del equipamiento y el aspecto social deseado, la propuesta arquitectónica no comenzó desde un elemento sólido: el generador principal de la fiesta es el espacio público. Más que un edificio, esperamos que el museo sea parte de un tejido urbano, experimentado todo el tiempo y por todos, y no sólo por los que pueden entrar al espacio de exposiciones.
En los 400 metros del estrecho terreno, enfrentando una autopista con mucho movimiento, cercana una estación de metro, liberamos el nivel de suelo y lo hicimos visual y físicamente permeable. Una plaza enterrada, de acceso más controlado, trabaja como un foyer protegido para el teatro, para las salas, para un café y para los espacios técnicos de compuestos, aparte de protegerse en sí mismo del ruido de la avenida. Sobre este vacío que simboliza las minas donde el acero bruto es extraído, un enorme volumen cubierto con planchas de acero corten, suspendido por finas varillas traccionadas, cuelgan una simple y delgada estructura periférica. Como una nube metálica, este gran trabajo es presentado de una forma orgánica e inusual, en contraste con la rigidez y detallismo de la estructura que lo soporta.
Representando infinitas variaciones de forma que permite el acero, este volumen suspendido crea un elemento curioso que despierte el deseo en transeúntes de entrar y descubrir su contenido. El espacio interior, como lo denuncia la condición exterior, es un medio ambiente de forma irregular y entrepisos independientes que están interconectados por rampas. Dentro del museo, el formato irregular visto desde el exterior se convierte en un rico espacio con múltiples dimensiones, eventuales aperturas hechas de vidrio y láminas de metal perforado que permiten ir vislumbrando la plaza justo debajo. Los vacíos e intervalos entre las losas contienen las instalaciones, esculturas, proyecciones y otros elementos que no tienen necesidad de ser soportados por el piso pavimentado. Además de diversificar las opciones de exposición, la solución hace de la visita de la colección multimedia una experiencia sensorial única.
El acceso al museo esté hecho directamente a través de un puente peatonal el que sale del metro, en una derivación de reja metálica que lentamente se convierte en el museo, formando una especie de túnel. El acceso ocurre, por lo tanto, a través de un foyer elevado que también es alcanzo a través de la torre de circulación vertical. In el otro extremo del museo, existe un puente peatonal plano sobre la plaza hacia el teatro, donde las exposiciones temporales están en directo contacto con los juegos y conciertos públicos, impulsando más la interacción entre los programas y los visitantes regulares de estas funciones inicialmente independientes.
Todo cubierto con acero negro, el teatro se posa como un monolito rígido y da al museo el rol de líder de la escena. Al mismo tiempo, la estructura que soporta el museo incorpora una malla de acero inoxidable que define mejor la plaza cubierta y la protege de la exposición solar directa sin perder la luminosidad natural. El micro clima en el espacio público está complementado por piscinas refractantes y árboles que coronan se ofrecen a los transeúntes, un abierto y generoso espacio para los usuarios, pero protegido del caos de la autopista que corre por el frente del terreno. Más que un paso, este vacío construido está ubicado como una alternativa de destino, un punto de interés in una región que carece de áreas generosas y de calidad para la población.
Durante el día, las láminas de metal hace que el volumen del museo se vea ligeramente nublado, como una insinuación de los que está allí. En las aperturas estratégicas de la lámina, donde la gente puede tener acceso al espacio público, uno puede ver piezas de ese elemento. Por la noche, pasa lo opuesto: iluminado, el museo aparece como una fuerza en el paisaje, creando un imponente hito, una escultura que no hace honor al material del que está construido, sino a la población del entorno.
El proyecto es parte del complejo, donde un edificio comercial generará los recursos para la construcción y mantenimiento del centro cultural, aparte de promover actividades sociales.
